divendres, 8 de maig del 2009

Los alumnos de treinta centros crean "empresas" para ayudar a ONG

La III Feria Solidaria enseña a los estudiantes andaluces a compartir

Una pulsera a un euro para los niños del Sahara. Eso gritaba ayer como si le fuera la vida en ello Noelia Fernández del instituto Martín García Ramos de Albox (Almería). Pedía ayuda para los niños necesitados. A su lado decenas de alumnos que participaban en la III Feria de Jóvenes Emprendedores Solidarios, que reunió a más de una treintena de institutos de Granada, Jaén y Almería.

Montaron en plena Carrera de la Virgen su particular mercadillo, que ayer tenía un contenido y unos valores muy especiales. Los chavales de entre catorce y dieciséis años han pagado en algunos casos de sus propios bolsillos los objetos que vendían para ayudar después a varias ONG. En otros casos, han hecho ellos las pulseras, artesanía, collares u olivos que vendían.

Durante todo el año han estado trabajando y «gestionando su propia asociación». Eso no ha sido todo, se han concienciado ellos y a los que están a su alrededor. Con el dinero que consiguieron ayer en las calles granadinas y durante el curso en sus centros podrán financiar algún proyecto desarrollado por ONG.

Los alumnos han aprendido la lección. Así lo manifestaban ayer al menos Natalia Colmenero e Isabel Oliva de la asociación 'Los patios' del instituto Pedro Poveda de Jaén. Ellos han pintado llaveros, realizado olivos y otros utensilios y ayer se plantaron en la capital de la Alhambra para «vender recuerdos de Jaén a un euro». El dinero que consiguieron será para Intered. «Estamos muy contentas porque ayudamos y además aprendemos». Este año han trabajado, según explicaba Pura Hidalgo, una de sus profesoras, cómo defender los derechos de la mujer. Estas alumnas también han ayudado a los alumnos menores de su centro con dificultades.

Los estudiantes del instituto Hermenegildo Lanz también han estado durante todo el curso trabajando ene este programa de la consejería de Educación de la Junta. Cristóbal, Carlos y Gerardo de primero de Carrocería vendía ayer aceite. El dinero que consiguieron se lo darán a Unicef. Durante todo el curso han realizado otras actividades. «Vamos señoras y señores por la solidaridad, compren aceite», gritaban una y otra vez.

Los estudiantes no escarmentaron en esfuerzos para que quienes pasaron por la Carrera de la Virgen compraran algunos de sus collares, anillos, comidas, pulseras, libros... Los hubo que incluso cogieron sus 'utensilios' y se fueron tienda por tienda para que les compraran. Otros tocaron el violín y la guitarra y pidieron dinero en este caso para las ONG.

El profesor Raimundo Fornieles, director del instituto Hermenegildo Lanz, explicaba que es un programa bien aceptado por los estudiantes. Se les enseña la cultura emprendedora y a ser solidarios e inculca muchos valores durante todo el curso.

En Albox, por ejemplo, los alumnos que vinieron ayer a Granada están durante todo el curso recogiendo arroz. El año pasado consiguieron 2.500 paquetes. Cada instituto les da a la ONG con la que colaboran cantidades diferentes de dinero. A veces 300 euros, otras 500 y otras 1.000.

Ayer, los jóvenes dieron una lección de solidaridad y compromiso. La delegación de Educación les entregó, de la mano de la delegada Ana Gámez, un diploma en reconocimiento de su esfuerzo. Durante el curso participan entre unos tres mil y cuatro mil alumnos en este programa.

Los alumnos pusieron sus voces y todo su empeño en vender lo que ellos mismos han hecho y a veces pagado de su bolsillo. En estas clases han aprendido algo más que una operación o problema.

Fuente: http://www.ideal.es/