Tomo una parte de mi Diario donde escribo sobre los hechos tristísimos de personas, seres humanos africanos, que dejaron sus vidas, en este caso Ceuta, hacia “el primer mundo” (¡) sin que nadie del poder haya dimitido, (verbo vacío de contenido en la política española), aunque el ministro de turno sea católico y apostólico romano. No hay responsables de lo ocurrido, eso parece.
Cómo estarán sus países, me pregunto, para querer llegar con tantos inhumanos sacrificios a esa Europa que sueñan les va a “solucionar” sus problemas.
Mi total solidaridad con vosotros, hermanos africanos.
Ante leyes homófonas de mandamases africanos, comprobamos que, fuera de buenas palabras de EEUU, la ONU, Europa, más, mucho más, podrían hacer para plantar cara a los jefes de esos países que han firmado la carta de los Derechos Humanos, pero que rubrican leyes homófonas. Algunas de ellas inspiradas en leyes de la Inglaterra Victoriana. Uganda es uno “de los mayores aliados de los EEUU y de Europa”. Veremos en la práctica en qué queda. Así hasta casi cuarenta países africanos que no respetan los Derechos Humanos más elementales.
Mientras, “el primer mundo” (¡), sigue llevándose los muchos e importantes, por necesarios, recursos de África, donde no hay países pobres, sino robados, siempre lo ha hecho, a cambio de armas y apoyo a dictadores. Si a esto añadimos la colonización de las religiones o sectas, tanto vale, vemos que el panorama es negro sobre negro. Tengamos en cuenta que presidentes como Museveni de Uganda es un “devoto cristiano evangélico” (¡).
Mi solidaridad, otra vez, con vosotros pueblos africanos sometidos a la opresión política y religiosa.
Pero, pensándolo, me he decidido sacar del mismo Diario, un resumen dedicado a otro gran problema de uno de los pueblos de África generado, como no podía ser de otra manera, por un país europeo, España en este caso. De esto hace ya casi cuarenta años.
El pueblo saharaui
Decisión que viene dada al asistir a un importante acto organizado por la siempre activa Associació Sàhara Horta.
Acto emotivo a favor de los derechos humanos del pueblo saharaui. Pueblo al que me siento unido, como a todos los de África, no solo por principios estéticos y éticos, sino, en el caso del pueblo saharaui, por haber tenido el privilegio de haber convivido durante un período, hace ya un tiempo, y del que recibí muchas muestras de sabiduría humana.
Aquí solo quiero hacer una evocación del acto que presencié en el Centre de Cultura Matas i Ramis del barrio de Horta, para reafirmarme que estoy y estaré con este pueblo condenado, por ahora, a vivir en el exilio.
Y me pregunto: ¿cuándo este pueblo volverá a la tierra no prometida, sino a la de sus antepasados de donde fue vilmente expulsado? ¿Cuándo, mandamases de la ONU?
Las paredes del Matas i Ramis están magníficamente decoradas con fotografíes impactantes de Francesc Verdugo Ibarz quien, con el título de “Per un Sàhara lliure i independent. 40 anys a la recerca dels Drets Humans”, muestra con claridad y realismo la problemática, yo la llamaría tragedia, del pueblo saharaui. Exposición con muestras de temas del día a día en los campamentos de Tinduf: la infancia, precisamente en el 25 º aniversario de la aprobación de la Convención sobre los Derechos del Niño; la escuela, el protagonismo de las mujeres, los jóvenes, los mayores y los presos, teniendo como protagonista a Yahia Mohamed Elhafed por la causa justa de la libertad de su pueblo.
Presiden la mesa: Jordi Martínez de Sàhara Horta; Carles Ruiz, impulsor del documental sobre los Campos de Refugiados de Tinduf desde l’Ajuntament de Palafrugell; Josep Lluís, el autor-realizador del importante documental y los dos jóvenes de la Lliga d’Estudiants Saharauis, Weiga Beia y Mohamed Haissala.
Presenta el acto, Lluïsa, comprometida con la causa de los derechos humanos del pueblo saharaui desde Sàhara Horta. Da las gracias a los asistentes y recalca la importancia del hecho que nos ha reunido.
El acto tiene tres partes bien definidas con un común objetivo: denunciar, una vez más, la falta de derechos humanos a que está sometido el luchador, paciente y sufrido pueblo saharaui.
Los jóvenes saharauis presentes, mi agradecimiento personal hacia ellos, tienen un protagonismo que les corresponde, pues el acto lleva por título: “40 ANYS D’OCUPACIÓ AL SÀHARA OCCIDENTAL VIST PELS JOVES”.
En primer lugar, tras las palabras de presentación de los miembros de la mesa por Jordi Martínez, hablan Weiga y Mohamed sobre la problemática de los jóvenes saharauis en los campamentos. Jóvenes que deben salir a estudiar a otros países, sin perspectivas para sus vidas cuando regresan. Jóvenes que se preguntan: hasta cuándo va durar el sufrimiento de su pueblo. Jóvenes, en definitiva, que lo que hacen y dicen es dar testimonio directo de la situación de su pueblo allí donde se encuentren.
Otro de los jóvenes asistente, Elwal Elhoucini, corrobora las palabras de sus compañeros que resume en Paz sí, pero con Justicia, porque donde no hay justicia, no podrá haber paz duradera.
Jóvenes que hablan con entusiasmo sintiendo vivamente lo que dicen porque lo padecen en sus entrañas, las mismas que su pueblo. Nada extraordinario reivindican, dicen, aunque sí fundamental: exigir el derecho de la gente a vivir libre en su país.
El miedo a las armas, continúa diciendo Elwal, no se puede instalar en los cuerpos y mentes de las personas que viven en el exilio obligado e injusto del desierto de Tinduf.
Los jóvenes, por definición, se rebelan contra la tiranía, a favor de la libertad y la dignidad de su pueblo. Si estos mismos jóvenes un día toman las armas ¿se les llamará terroristas?, y se sigue preguntando ¿no lo son los que se oponen a la dignidad y el derecho a tener escuelas, trabajo, casa en mi país? ¿Y los que imponen orden por la fuerza, no son terroristas?
En segundo lugar, el pase del magnífico documental del realizador Josep Lluís, sobre la problemática real, por trágica, del pueblo saharaui, después de casi cuarenta años de exilio forzoso. Un documento realizado con la ayuda del Ayuntamento de Palafrugell en la persona de Carles Ruiz. Documental que invita a la reflexión sobre las graves injusticias que padece el pueblo saharaui y que estoy seguro traspasará fronteras.
Mil gracias.
En tercer lugar, destacar el intenso e interesante diálogo que se establece entre miembros de la mesa, los asistentes y los jóvenes saharauis.
Para acabar, gracias a los componentes de la mesa, a las activistas Núria y Lluïsa de Sàhara Horta, muy especialmente a los jóvenes de la Lliga d’Estudiants y a los asistentes por su gran solidaridad con lo que se iba exponiendo. Gracias por la colaboración de Mari Pau Franch por su documento fotográfico del acto.
Yo me situé entre dos jóvenes, Mustafa Hartar y Clara Díez. De ellos, recibí energía positiva para seguir habitando en la periferia, existiendo fuera de mí mismo y abrir espacios nuevos, tomando como referencia la lucha por los Derechos Humanos de este pueblo valiente que es el Pueblo Saharaui. Un pueblo que no le quiero de refugiados sino que viva en libertad.
Y mi total solidaridad con Javier Bardem, comprometido por los Derechos Humanos del Pueblo Saharaui.
Autor: DESIDERIO DIEZ QUIJANO Imagenes: M.PAZ FRANCH