La Columna de los 1000, hoy en 20 Minutos
Estupenda iniciativa la de la Columna de los 1000 e impecable información de Hernán, ejemplo de periodismo veraz, responsable y solidario. Los saharauis conocen por desgracia demasiado el "todo vale informativo", con errores garrafales en el mejor de los casos o manipulación informativa en muchos otros.
Movilización histórica contra el muro de Marruecos
*Hernán Zin
Otra de las cuestiones sobre las que hubiese resultado interesante escuchar a los candidatos presidenciales debatir el pasado lunes es el Sáhara Occidental.
Pero como el capítulo de Política Exterior fue ignorado por Rajoy y Zapatero - lo que resulta una flagrante contradicción, ya que un país que se presenta a sí mismo como una gran potencia, que se dice entre los diez más ricos y poderosos del orbe, no puede carecer de voz propia en la arena internacional – nos quedamos sin saber también si tomarán alguna medida efectiva para subsanar de una vez por todas la deuda histórica que España tiene con el pueblo saharaui.
No debemos olvidar que el Referéndum de Autodeterminación aún no ha tenido lugar, que más de doscientas mil personas siguen atrapadas en las fauces de la hamada argelina, subsistiendo de la dádiva internacional, inmersa en la hostilidad y la falta de oportunidades de un desierto árido como pocos.
Y que la violación de los derechos humanos y la represión son la norma para los saharauis que vieron ocupado su territorio tras la Marcha Verde articulada por Hassán II y la escandalosa retirada española de 1975. Como ya dio testimonio en este blog Aminetu Haidar, víctima de torturas por parte de las autoridades de Rabat.
Llama la atención, y es digno de aplaudir, que en esta era de apatía generalizada, de reflejos morales anestesiados por el consumo y el exceso de estímulos, en la que la indiferencia ante los problemas del mundo parece ser la norma – como la que el lunes demostraron Zapatero y Rajoy, aunque este último quiere que su niña viaje por el planeta “sin complejos” – haya una parte de la sociedad civil española dispuesta a rebelarse.
No sólo los miles de habitantes del Estado español que cada año viajan a los campamentos de Tinduf, para mostrar su solidaridad con los saharauis, para conocer y compartir temporalmente las terribles condiciones de vida que les ha tocado en desgracia, o que traen niños durante el verano para que puedan escapar de la implacable aridez del desierto.
Sino también una iniciativa que se anunció el pasado 19 de febrero. Un acto de resistencia social pacífica. Un acto de rebeldía de una parte de nuestro entramado social que está cansado de que las servidumbres de los gobernantes pasen por la pesca, por el petróleo, por las armas, como sucede con el Sáhara, con Palestina, con Darfur, con la República Democrática del Congo.
En palabras de los organizadores de la Columna de los Mil:
Nosotros y nosotras, corresponsales con nuestros hermanos y hermanas saharauis, construiremos un muro, el muro de la esperanza. Mil personas uniremos nuestras manos formando una cadena humana frente al muro de la vergüenza, un muro de dos mil kilómetros que separa un territorio y divide un pueblo.
Seremos la Columna de los 1000. 1000 para recordar. 1000 para luchar. 1000 para esperanzar. 1000 corazones para aprender de la dignidad del Pueblo que resiste en el desierto.
Parece execrable que en 2008, tras 33 años de resistencia, el país culpable de una descolonización interrumpida, como es el caso del Sahara Occidental, de la espalda a su responsabilidad histórica. Dicha responsabilidad debería generar por parte del Gobierno una postura de apoyo, sin ningún tipo de ambigüedad, con respecto al derecho de autodeterminación de este pueblo.
No es de recibo la sumisión española a los chantajes marroquíes: control de los flujos migratorios, coordinación en la lucha antiterrorista, acuerdos de pesca y debate sobre Ceuta y Melilla. Ya resulta suficientemente repugnante aceptar como válida la interlocución de una dictadura que viola de manera sistemática los derechos humanos.
La marcha tendrá lugar entre los días 17 y 23 de marzo. Aún está abierta a todos aquellos que quieran sumar su voluntad y su voz a este acto de resistencia civil, pacífica, contra otro de esos muros sobre los que tanto hemos debatido en este blog.
Un muro al que el escritor uruguayo Eduardo Galeano describe de la siguiente manera:
Y nada, nada de nada, se habla del Muro de Marruecos, que desde hace 20 años perpetúa la ocupación marroquí del Sáhara occidental. Este muro, minado de punta a punta y de punta a punta vigilado por miles de soldados, mide 60 veces más que el Muro de Berlín.
Mil voces de ciudadanos, y sus manos unidas, para recordar a los políticos que los intereses que muchas veces defienden, sin siquiera dignarse a exponerlos antes de las elecciones, a debatirlos abiertamente, no son los intereses de los pueblos, de la gente de a pie, no son nuestros intereses.
Fuente: Poemario por un sahara libre
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